Objetivos de Desarrollo Sostenible: posibles gracias a las telecomunicaciones
El evento virtual organizado el pasado 20 de mayo sirvió para conmemorar el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información, el centenario del título de Ingeniero de Telecomunicación y para realizar un debate sobre cómo las TIC pueden contribuir a algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible después de la pandemia del COVID-19. Para completar una primera parte con mensajes institucionales del Gobierno de España, COIT, UIT y CODITEL (podéis verlos en un artículo publicado recientemente en esta web) se celebró una interesante mesa redonda.
Dicho debate contó con la presencia de: Fernando Martín Sánchez, subdirector general de Inteligencia Artificial y Tecnologías Habilitadoras Digitales de la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial; José Antonio Portilla, vocal de la Junta de Gobierno del COIT y director de la EPS de la Universidad de Alcalá; José Manuel Lago Peñas, asesor económico del Gabinete de la ministra, Ministerio de Trabajo y Economía Social, y Maite Arcos, directora general de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual. El debate fue moderado por Emma Fernández, Ingeniera de Telecomunicación y consejera independiente de Axway, Ezentis y Metrovacesa quien pidió a los participantes un análisis del momento actual y del papel de las TIC, las lecciones aprendidas durante la crisis y las perspectivas para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible en el horizonte 2030.
Cada uno de los participantes aportó su punto de vista en relación con el ODS que coincidía con su ámbito de experiencia. Fernando Martín Sánchez se centró en el ODS 3: Salud y Bienestar. José Antonio Portilla en el ODS 4: Educación de calidad; José Manuel Lago Peñas en el ODS 8: Trabajo digno y crecimiento económico, y Maite Arcos en el ODS 9: Industria, innovación e Infraestructura.
Salud y Bienestar
Fernando Martín Sánchez reflexionó sobre la sorpresa que ha supuesto la pandemia del COVID-19: “ningún país estaba preparado, excepto algunos países asiáticos”. De todos modos, puso en valor la utilidad que habían tenido las TIC en la gestión de los pacientes, de los recursos sanitarios y el establecimiento de modelos de transmisión de la enfermedad a partir del seguimiento de datos.
A pesar de reconocer la capacidad de las telecomunicaciones para mitigar los efectos de algo imprevisto y de amplio alcance, Fernando Martín Sánchez apreció posibles retrasos hacia el cumplimiento del ODS 3, al menos a corto plazo. Las razones para esta conclusión es la constatación de la disminución de la esperanza de vida y aparición de problemas de salud mental, y retrasos en cirugías programadas y en atención a la cronicidad derivados de la pandemia. Según Martín Sánchez, “el único efecto positivo directo de la pandemia en la salud ha sido el descenso de la contaminación ambiental”.
El subdirector general de Inteligencia Artificial y Tecnologías Habilitadoras Digitales dijo también que hay “una serie de lecciones aprendidas que pueden beneficiar el avance hacia el ODS 3”. Se refería en concreto a la necesidad de mejorar la recogida de datos, así como la interoperabilidad entre sistemas “para compartir mejor esos datos”. En cualquier caso, dijo, “habrá que realizar un esfuerzo muy grande” para mejorar en el objetivo de Salud y el Bienestar.
Educación de calidad
En términos parecidos al anterior participante, José Antonio Portilla habló de ‘shock’ para referirse a la pandemia. Igualmente afirmó que “el mundo académico se ha adaptado muy rápido a la situación creada” y calificó a las TIC como “el pilar fundamental que ha mantenido la actividad gracias a la cobertura de las redes”.
“A partir de ahora- reconoció- podemos tener una cierta ralentización en la consecución del ODS 4”, pero a la vez recordó que el concepto japonés de ‘crisis’ incorpora también la idea de ‘oportunidad’.
En este sentido, José Antonio Portilla abundó en la oportunidad que supone dar un impulso a la teleeducación. En concreto, subrayó “la disminución de costes a nivel mundial”. La razón es que muchos estudiantes internacionales que cursan estudios en el extranjero “podrán reducir su presencialidad a unos pocos meses”, con la consiguiente disminución de los gastos de manutención en otro país.
Según Portilla, en el nuevo escenario habrá que desarrollar “mejores sistemas de autentificación en las personas”, pensando en aquellos que participen del sistema educativo a distancia.
Igualmente, recordó que “sin tecnología no hay riqueza, pero sin capacidad de las personas no hay tecnología”. Esta reflexión coloca a la formación en el centro de las estrategias para la reducción de la pobreza y las desigualdades. Sobre este último aspecto, ofreció un ejemplo cercano al señalar que “con la capacidad vertebradora de las TIC la “España vaciada” podría dejar de serlo”.
Trabajo digno y crecimiento económico
José Manuel Lago Peñas compartió la idea del “impacto inesperado de la pandemia”, pero destacó la capacidad de innovación que ha supuesto “la adopción del teletrabajo en un tiempo tan reducido”. En su opinión, la respuesta española “ha sido buena por su rapidez, su solvencia y su consenso social”.
Respecto al panorama económico resultante, Lago Peñas dijo sin ambages que se producirá un “grave daño temporal en 2020”. También quiso marcar una diferencia en la reacción que se tuvo ante crisis pasadas, como la de 2008, y la que espera que tenga lugar ahora: “siempre se producía en estos casos una rescisión masiva de contratos y en esta crisis lo que se ha dado principalmente es una suspensión temporal del empleo”.
Según Lago Peñas, “ante esta nueva crisis tenemos la posibilidad de salir adelante no devaluando el factor trabajo y manteniendo lo más intacto posible el tejido productivo”. Esto, junto a un nuevo modelo de relaciones laborales, podría beneficiar la recuperación en 2021.
Finalmente, aseguró que el teletrabajo facilitado por las TIC “ha venido para quedarse y que se debía regular adecuadamente dado su peso creciente”. También se mostró moderadamente optimista en la posibilidad de avanzar en el ODS 8 con instrumentos como “la solidaridad, el apoyo mutuo, los grandes consensos y una sanidad pública”.
Industria, innovación e Infraestructura
Maite Arcos empezó recordando que la robustez de las infraestructuras de telecomunicación españolas ha resistido aumentos de hasta el 80% del tráfico. “En otros sistemas, como la energía o la red viaria, una subida de este calibre llevaría a su colapso”, remarcó.
Además, calificó la respuesta de las empresas del sector de “magnífica” por haber ofrecido su capacidad al servicio de la excepcionalidad de la situación. “Hemos pasado la prueba de estrés con nota”, subrayó.
Según Arcos, “a partir de ahora las TIC serán un factor clave en la nueva normalidad al facilitar la distancia social y las relaciones en los ámbitos de salud, laboral y de formación. En este escenario -aseveró- “habrá que eliminar barreras regulatorias para poder consolidar más las TIC”.
Respecto al ODS 9 señaló que se está avanzando en la buena dirección ya que para la industria y a innovación “es fundamental generar alianzas que permitan salir cuanto antes de la crisis y las TIC son vitales para este fin”.
La moderadora Emma Fernández cerró el acto destacando que, estamos viviendo un momento de transformación en el que las telecomunicaciones pueden y deben contribuir a construir un futuro mejor, más sostenible e inclusivo y a avanzar hacia el cumplimiento de los ODS. “Hay lugar para el optimismo”, concluyó.