¿Qué hacer después de graduarse como Ingeniero de Telecomunicación?
José Carlos Báez, vocal de la Junta de Gobierno del COIT y coordinador del Grupo de Ejercicio Profesional del COIT, dio algunas claves sobre el enfoque del ejercicio profesional durante un webinar organizado por el Grupo de Trabajo Jóvenes del Colegio. El ponente incidió en las principales posibilidades que se abren una vez terminada la carrera académica.
Báez comenzó explicando la opción de trabajar por cuenta propia: “Es darle un enfoque empresarial, decidir que con unos conocimientos y oportunidades de mercado detectadas, y con la necesidad de saber bien los pasos a dar una vez que se decide emprender”. Al experto no se le pasó desapercibido que los ingenieros de Telecomunicación se enfrentan a un mercado libre: “Nosotros también podemos competir con otros ingenieros en sus espacios de trabajo”, puntualizó.
Una vez terminada la formación académica, el ingeniero de Telecomunicación ya está habilitado para prestar ciertos servicios, según Báez, y esa puede ser una factible entrada de ingresos e inicio de la profesión. ¿Otra salida de nuestra ingeniería? El haber encontrado una solución final a una serie de demandas que lo necesitan: la idea sería desarrollar el producto y ofrecerlo al mercado para, como último paso, monetizarla.
Otra duda que puede surgir una vez terminada la carrera es por qué rama de la Ingeniería de Telecomunicación comenzar. Báez también tiene respuesta para eso: “Lo importante es ver en qué área te sientes bien y te gustaría seguir avanzando, aunque quizá el primer proyecto cueste conseguirlo”. En este sentido, compartir proyectos entre compañeros es otra de las opciones.
Ante dicha dificultad en el inicio de la carrera profesional, el experto incidió en la necesidad de moverse en el sector, crear la red social, hacerse una marca. Y lo ejemplificó: “Si te interesa la fotovoltaica, una idea es ir a presentarse a los administradores de fincas, o buscar un referente y ver por dónde se mueve y acudir a sus charlas o ponencias”.
Cuestión diferente a tener en cuenta son las barreras de entrada, tal y como señaló el especialista. “Si no me lo han ofrecido hasta ahora, ¿por qué me lo vas a dar tú?”, podría llegar a pensar un cliente. En este sentido, hay que convencerles. “Cuando detectas una necesidad, todos los clientes de ese sector van a tener la misma necesidad, así que funcionará el boca a boca”, en términos del propio Báez.
El COIT, por su parte, también ofrece un servicio de visado de proyectos que añade un seguro civil de hasta 600.000 euros. Asimismo, el Colegio posee un gran elenco de expertos que también pueden resolver dudas acerca de cualquier tema específico. “Siempre tenemos compañeros/as en el Colegio que, ante una duda técnica, van a estar disponibles”, concluyó Báez.