La digitalización del sector sanitario, que avanza día a día, se está mostrando como un camino necesario en situaciones de crisis como la que estamos viviendo ahora con la pandemia del COVID-19. Las telecomunicaciones nos permiten innumerables avances en la gestión y solución de las crisis sanitarias, tal y como nos explica en este artículo Vicente Traver, responsable del Grupo de Trabajo de Salud Digital del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, COIT.
Se sabía que podía pasar, pese a las crisis previas por el SARS, gripe aviar … pese a que ya hace 5 años Bill Gates anticipó una crisis pandémica como esta y que, incluso años antes se predijo que su foco más probable de origen sería China, no había nada preparado porque la prevención es cara, requiere de una inversión elevada y de una forma continuada, y en el día a día surgen otras prioridades.
Siendo conscientes de que crisis como esta requieren el uso de las TIC en diferentes ámbitos, ¿de qué forma puede la digitalización de la salud ayudar en situaciones de pandemias globales? La respuesta es clara: la salud digital puede ayudar de diferentes formas y maneras en las distintas fases de una pandemia: detección temprana de la pandemia, actividades de prevención primaria y secundaria, ayuda la toma de decisiones en el punto de cuidado, para la atención sanitaria, plataformas de seguimiento tras el alta y como canales de información y formación tanto al ciudadano como al profesional. Algunas de esas oportunidades son:
- Sistemas de detección temprana.
- Sistemas de coordinación entre países y organizaciones supranacionales.
- Identificación de zonas de riesgo.
- Localización de pacientes infectados para evitar nuevas infecciones.
- Uso de telemedicina y telemonitorización para atender a los pacientes, tanto a los no infectados como a los infectados que están bajo observación domiciliaria, reduciendo la carga en los hospitales y ayudando al #quedateencasa, reduciendo el riesgo de infección tanto para ciudadanos como para el profesional sanitario.
- Protocolos de atención establecidos que pueden cambiar en tiempo real en función de recursos disponibles y estado del paciente.
- Uso de Inteligencia Artificial (IA) para un diagnóstico precoz y la estratificación asistencial.
- Interoperabilidad entre niveles asistenciales (primaria, especializada y hospitales) y entre regiones, compartiendo información y buenas prácticas.
- Análisis de la efectividad de intervenciones no farmacológicas, profilácticas y terapéuticas, y modelización del virus.
- Localización y seguimiento de pacientes una vez dado de alta.
- Impacto socio-económico de la enfermedad COVID-19. Utilización de recursos de atención primaria, recursos hospitalarios generales, y recursos de cuidados críticos.
- Generación de cuadros de mando con información en tiempo real.
- Sistemas de detección y eliminación semiautomática de noticias falsas.
- Inteligencia artificial (IA) y análisis masivo de datos integrados orientados al control epidemiológico de la enfermedad COVID-19.
Ahora bien, también podemos invertir la frase y afirmar que ‘el coronavirus está ayudando a la transformación digital’, siendo un elemento disruptor para una adopción plena de la salud digital, que llegará a su realización total cuando le quitemos el apellido digital a la salud y toda la componente TIC sea inherente a la salud per se.
Finalizamos con un conjunto de recomendaciones y reflexiones que pueden parecer obvias:
- Es muy importante seguir fuentes oficiales y sobre todo evitar difundir noticias de otras fuentes sin comprobar su veracidad.
- Las telecomunicaciones son muy importantes para la salud pública. Más allá de continuar evolucionando con el uso de las TIC en el ámbito asistencial, hemos de poner el foco en la promoción de la salud y la prevención de las enfermedades, recordando lo que decía a este respecto David Ferguson en 1991: “todas las medidas que hoy parecen exageradas mañana serán insuficientes” Y este reto sigue vigente, como estamos viendo actualmente.
- El disponer de datos abiertos y compartidos es clave y actualmente es un aspecto clave claramente mejorable. Las organizaciones públicas no pueden trabajar con datos en formato PDF y de manera estática, no actualizándose automáticamente y no estando a disposición del público.
- Aunque se ha de velar y continuar garantizando la privacidad de los ciudadanos sin necesidad de llegar a los extremos de China y su control extremo, hemos de considerar esta situación excepcional de emergencia sanitaria y ser algo más flexibles para hacer frente al COVID-19 (informe 0017/2020 relativo al tratamiento de datos asociados a la gestión del CoVid-19 del Gabinete jurídico de la Agencia Española de Protección de Datos).
Autor: Vicente Traver, responsable del Grupo de Trabajo de Salud Digital del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación, COIT (Foto: ICS/depositphoto).