El Observatorio de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas, ha publicado un trabajo centrado en ‘El valor del dato en la economía digital’. Firmado por Mª Mercedes Serrano y Mª Celia Fernández Aller, doctoras en derecho y profesoras en las universidades de Castilla-La Mancha y Politécnica de Madrid, respectivamente. el dossier desgrana la importancia de los datos en una nueva era que, sin dudas, va a ser digital.
La referencia de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sirve para establecer la revolución digital como una de las seis grandes transformaciones consideradas por los expertos como clave para la consecución de los mismos. Tal y como se explicita al principio del dossier, “el Big Data puede suponer un cambio de paradigma en diferentes campos del conocimiento, centrado en el abandono de la causalidad como criterio central y su sustitución por la correlación”. En cuanto a los retos que plantea el Big Data en torno al ámbito de la privacidad, las autoras defienden que habrá que encontrar el equilibrio jurídico entre la libre circulación y utilización de datos personales con el derecho fundamental a la protección de los mismos.
Conscientes de la proactividad de cara al cumplimiento de las normativas respecto a la protección de datos, el documento explica la importancia del “derecho a la portabilidad”, que permite el control de los datos personales por parte del sujeto. Para facilitar el ejercicio de este derecho, el Data Transfer Project (creado por Google, Microsoft, Twitter, Facebook y Apple) “tiene como objetivo permitir que las personas puedan transmitir sus datos entre proveedores de servicios en línea a través de un marco común, que incluye protocolos de datos para facilitar la transferencia directa de datos dentro y fuera de los proveedores de servicios en línea participantes, lo cual no está exento de riesgos para los derechos de los sujetos”.
Asimismo, también proponen algunas medidas para evitar los riesgos planteados, como facilitar herramientas intuitivas a los usuarios, potenciar la privacidad y la seguridad, y el respeto entre todos, ya que la portabilidad debe respetar los datos de los demás sujetos y nunca ejercerse de manera que se pueda perjudicar a las personas vinculadas.
Las autoras del dossier formulan ciertas recomendaciones para ser tenidas en cuenta en la utilización y diseño del Big Data: preparar la tecnología de tal forma que pueda soportar una cantidad ingente de información; hacer que el interesado puede ejercer su derecho de oposición fácilmente si no desea formar parte de un tratamiento masivo de datos personales; invertir en medidas de seguridad tecnológicas y organizativas; establecer una política de educación y formación permanente especializada para el personal que trabaja con este tipo de datos; asegurarse de la existencia y el cumplimiento de un régimen de rendición de cuentas; establecer una autoridad independiente que vele por la protección de los datos a nivel internacional; aclarar los roles y responsabilidades de aquellos que manejan datos personas, y elaborar códigos de conducta son las recomendaciones que se recogen en el texto.
Crear una cultura de la protección de datos para generar confianza entre los ciudadanos que entregan sus datos de carácter personal, potenciar políticas de sensibilización, tener en cuenta el principio de no discriminación e incluir la perspectiva ética son las claves que desde la Fundación Alternativas ofrecen para complementar la voluntariedad de los códigos de conducta.
La retrospectiva es esencial para entender que en el nuevo ecosistema el tratamiento de datos personales puede generar valor en el mercado. Un smartphone tiene más capacidad de procesamiento que la NASA cuando llegó a la luna, el volumen de datos que existe no puede tratarse con el software convencional, los datos se procesan a velocidades inimaginables hace años y la alta variedad de los mismos, ya que proceden de diversas fuentes, son algunos de los ítems que ayudan a comprender el contexto actual.
Las tres ‘V’ del Big Data lo describen a la perfección:
- Volumen: se pasa de manejar magnitudes reducidas de datos a otras que las multiplican por millones en poco tiempo.
- Variedad: aspecto que ha aumentado exponencialmente tanto por la tipología de datos como por su procedencia. La variedad y el volumen requieren un tratamiento diferente para poder convertirse en información.
- Velocidad: una magnitud que ha cobreado gran importancia cuando el proceso de los datos, en algunos casos, se lleva a cabo en tiempo real. A ellas se adhieren otras uves, como la veracidad, para extraer los datos de alta calidad, y el valor, dada la importancia de sacar a la luz los datos relevantes para cada uso concreto que se pueda rentabilizar.
“El Big Data aporta valor de diversas formas: por un lado, permite correlaciones inesperadas, basadas en análisis estadísticos de datos históricos”, comentan en el informe, y lo ejemplifican en el ámbito de la medicina, al poderse establecer una correlación inesperada entre dos variables hasta ahora desconocidas. “Por otro lado, si nos centramos en el ámbito de los procesos industriales, antes los fenómenos que sucedían se explicaban por leyes físicas”, mientras ahora que “la explicación de por qué ha de hacerse o no un determinado arreglo no puede explicarse fácilmente, simplemente se sabe, como consecuencia de la correlación de información”, aducen en el informe.
De la misma forma, el documento trata los casos en los que las aplicaciones del Big Data tienen como objetivo identificar posibles pautas de comportamiento de un individuo o grupo de personas, que se puede llevar a cabo de diferentes modos. Pero sus aplicaciones van mucho más allá: “El Big Data se ha convertido en imprescindible para gobiernos y empresas; tiene importantes aplicaciones en el tráfico (comportamiento de conductores), el marketing (gustos de consumidores y cómo evolucionan), la política (influencia en la tendencia de voto), la energía (monitorización predictiva), los sistemas financiero o la salud (posibilidad de decodificar cadenas de ADN en minutos)”.
Además, los expertos del ámbito tecnológico señalan que la gobernanza de los datos supone hoy día hasta un 50% del tiempo que se dedica a los proyectos, por lo que urge que las decisiones se tomen de forma multidisciplinar, incorporando a los equipos de decisión expertos del ámbito ético, jurídico y social, que ayuden a poner en los centros de decisión las preocupaciones en torno a los derechos de las personas, concluyen en el dossier.
“La rapidez con la que se tienen que almacenar unida a esa extensión en su tipología, hace muy difícil que los procesos de verificación y calidad utilizados hasta ahora sean totalmente eficaces, por lo que es necesario crear nuevas metodologías y herramientas adecuadas”, concluyen en el documento, que sirve de guía sobre cuál es la situación actual del Big Data y la importancia que tendrá en una época cada vez más presente: la digital (Foto: ICS/Depositphoto).
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