El COIT, a través del Grupo de Políticas Públicas y Regulación, y la AEIT organizaron el pasado 25 de enero la jornada 'Los Retos de la IA: Regulación, Responsabilidad y Tecnología', donde diversos expertos compartieron sus perspectivas sobre la inteligencia artificial (IA) y su futuro.
A lo largo de la jornada los participantes fueron protagonistas de un diálogo esclarecedor sobre la IA. Juan Carlos López, vicedecano del COIT y coordinador del Grupo de Transformación Digital, realizó la apertura de la jornada resaltando la importancia del debate sobre regulación, responsabilidad y tecnología.
El uso de la IA no es una opción, es imprescindible. Por su parte Europa quiere impulsarla, pero sustentando este avance con una regulación que prevenga los posibles efectos negativos. En este contexto europeo, la #IAAct se presenta como un hito. Este reglamento único para la IA destaca por abordar temas sensibles como la vigilancia en tiempo real, la prohibición de sistemas de categorización biométrica y la regulación de sistemas de IA generativa.
La IA a debate
Comenzó la jornada Diego Mallada, CTO de IndesIA, que desarrolló la conferencia 'Transformación Inteligente: Regulación, Casos de Éxito y Hoja de Ruta Tecnológica en la Era de la IA Industrial. Visión desde IndesIA' destacando la necesidad de principios éticos y de responsabilidad en el desarrollo de la IA, poniendo a la persona en el centro.
La mesa redonda sobre el reglamento contó con la moderación de Eduardo Rodríguez, miembro del Grupo de Políticas Públicas y Regulación del COIT. Participaron Juan Luis Pedreño, vocal de la Junta del COIT; Carlos Martínez Miguel, Global director – IoT, Big Data & AI Solutions and Services de Telefónica Tech; Idoia Salazar, presidenta de OdiseIA; y Moisés Barrio Andrés, letrado del Consejo de Estado con valiosas perspectivas sobre oportunidades, riesgos y derechos digitales asociados a la regulación.
Algunas de las ideas clave que surgieron durante la tarde fueron la importancia de la implementación de la IA en la administración pública, la seguridad jurídica, y la necesidad de aplicar la normativa de manera equitativa en diferentes ámbitos, considerando las capacidades de cada sector.
La conclusión general fue clara: se evidenció la imperante importancia de encaminarnos hacia un futuro donde la IA se consolide como aliado, en el que sea un soporte para el desarrollo y una palanca para resolver problemas como el de la verificación de edad vía algoritmos para los menores. Pero para un buen fin es imprescindible que los ciudadanos confíen y se sientan seguros. En este contexto, la regulación se erige como el pilar esencial para un desarrollo de la IA que no solo potencie la innovación, sino que también proteja y respete los derechos fundamentales, marcando un camino hacia la coexistencia armoniosa entre la tecnología y la sociedad con criterios de sostenibilidad.