Los pasados días 11, 13 de febrero y 3 de marzo dejaron de emitirse las antiguas frecuencias de la televisión digital terrestre (TDT) en 2.413 municipios repartidos en 21 provincias de nueve comunidades autónomas, un cambio que ha afectado a más de 11 millones de personas sin que se hayan producido incidencias significativas. Este cambio no implica la necesidad de adquirir nuevos televisores ni decodificadores de TDT, y tampoco hay pérdida de canales ni canales nuevos.
De esta manera concluye la primera fase de la liberalización del Segundo Dividendo Digital, un complejo proceso que se realiza por acuerdo entre los Estados miembros de la Unión Europea, en coordinación con nuestros países vecinos y que obliga a realizar un cambio en las frecuencias asignadas a los canales de televisión en la banda de 700 MHz, con el fin de dejar espacio a la red 5G.
Los edificios de tamaño mediano y grande tienen que adaptar su instalación de antena colectiva de televisión para poder seguir viendo los canales de TV que cambian de frecuencia. Hasta el 30 de septiembre de 2020 pueden solicitarse ayudas para compensar los costes derivados de estas adaptaciones. Además, en todos los edificios, incluidas las viviendas individuales, se tienen que resintonizar los televisores.
La Segunda fase se inició el pasado 14 de noviembre de 2019 y, al igual que ha ocurrido en la primera, con el fin de facilitar la transición y minimizar el impacto para la ciudadanía, las cadenas de televisión que tienen que cambiar de frecuencia emitirán simultáneamente a través de las frecuencias nueva y antigua (simulcast).