Los crecientes ciberataques se han convertido en motivo de preocupación para el gobierno, pero también en una oportunidad para mejorar la resiliencia de empresas y ciudadanos frente a este fenómeno, así como para estimular el crecimiento de un sector económico especializado.
Por estas razones, el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha preguntado a los sectores interesados sobre sus demandas y necesidades en ciberseguridad a través de la posibilidad de presentar manifestaciones de interés para el desarrollo de proyectos.
Con esta petición de colaboración público-privada, el ejecutivo, a través del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), quiere disponer de una base para diseñar los instrumentos, iniciativas o actuaciones concretas que permitan el fortalecimiento de las capacidades de ciberseguridad y el impulso del ecosistema de esta industria. Todo ello, se ejecutará con recursos procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, al amparo de los fondos europeos Next Generation.
Por su parte, el INCIBE, a través de su Plan Estratégico 2021-2025, ya incorpora varias líneas de actuación orientadas, a fortalecer las capacidades de ciberseguridad de las empresas españolas, con especial atención a las pymes. Las iniciativas que el INCIBE desarrollará en este campo cuentan con una dotación económica para este año cercana a los 260 millones de euros.
El objetivo final de la solicitud de manifestaciones de interés abierta por el gobierno es complementar y reforzar las líneas de actuación previstas por el INCIBE.
Resiliencia e impulso al sector
En el ámbito de la mejora de las capacidades se quiere aumentar la ciberseguridad de las pymes españolas y del tejido económico y empresarial en general, elevando su nivel de concienciación sobre esta problemática. Con ello se espera impulsar la demanda de servicios de ciberseguridad por parte de las empresas que, de este modo, mejoraran su resiliencia frente a amenazas y riesgos digitales y de las redes de comunicación.
El aumento de la demanda de servicios deberá dinamizar e impulsar todavía más el crecimiento de las empresas españolas del sector de la ciberseguridad. Un sector que, de por sí, está en plena expansión en España. Para 2021 se prevé que alcance a un volumen de negocio cercano a los 1.320 millones de euros, lo que supone un 8,1% más que en 2020, según un estudio de la consultora IDC Research.
Al mismo tiempo, un informe de Deloitte sobre el estado de la ciberseguridad en España revela que todavía queda mucho por hacer en este terreno. La mayoría de las empresas entrevistadas en el informe supera los 1.000 empleados y, sin embargo, el 70% del total dedica menos de una decena de empleados a la ciberseguridad.
Este informe también pone en relación el presupuesto invertido en las empresas con el número de incidentes significativos relacionados con la ciberseguridad. Es habitual que aquellas compañías que destinan menos de un 3% de su presupuesto a este ámbito sufran hasta dos ataques graves en un mismo año.
Fenómeno al alza
El INCIBE realiza un sucinto balance anual de ciberseguridad y el de 2020 muestra algunas cifras preocupantes. Así, por ejemplo, el año pasado se gestionaron 133.155 incidentes, de los cuales 1.190 afectaron a operadores críticos y estratégicos. Además, se detectaron más de 19.000 nuevas vulnerabilidades ante los ciberataques.
Por otra parte, según informa el medio digital Dir&Ge, orientado a directivos, España es actualmente el país más atacado de Europa, con 40.000 incidentes diarios, lo que supone un incremento del 125% en el año 2020 frente al año anterior. Las empresas se han convertido en el target principal de estos ataques.
La administración no está libre de este problema, cabe recordar en este sentido que el pasado mes de marzo el Servicio Público de Empleo Estatal sufrió un ataque con ransomware que le obligó a suspender las citas programadas en sus oficinas en todo el territorio nacional (Foto: ICS/Depositphoto)