Hay muchas definiciones posibles de mentorización (mentoring). Aquí, como mentoring entendemos el proceso en el que un/a mentor/a comparte su conocimiento y experiencia con un/a mentorizado/a para que alcance su máximo potencial.
Un/a mentor/a no es un/a coach, ya que no tiene responsabilidad sobre los objetivos del mentorizado/a. Lo que buscamos es que el/la mentor/a encuentre los puntos comunes con el/la mentorizado/a y sea un/a facilitador/a, o un/a catalizador/a de los objetivos a largo plazo del mentorizado/a. La relación es a priori asimétrica, de forma que el/la mentor/a es el/la que parte de una posición como transmisor (lo que no quiere decir que del/de la mentorizado/a no se pueda aprender nada, o no enriquezca la visión de su sector profesional). El/La mentor/a debe ser una guía, un apoyo y un promotor, pero no un/a tutor/a del mentorizado/a.
El/La mentorizado/a debe aprovechar toda la experiencia del mentor/a y aplicarla a su propio caso. Estas sesiones deberían servir al mentorizado/a para ser consciente de su carrera profesional, a dónde quiere llegar y cómo podría hacerlo. Para ello, el/la mentor/a trabajará con el/la mentorizado/a en encontrar las opciones que le ayuden a cumplir los objetivos. Se busca proactividad, disponibilidad, compromiso y escucha activa por parte del mentorizado/a.
Esta relación se tiene que basar en el respeto y en la educación por ambas partes. Esto incluye la puntualidad en las sesiones y el compromiso con el programa hasta la finalización del mismo.