- En este nuevo informe se recogen, actualizan y analizan las evidencias científicas sobre la materia correspondientes al período comprendido entre enero de 2020 y diciembre de 2022
- Este trabajo proporciona una visión exhaustiva y actualizada sobre los estudios de CEM-RF y sus posibles efectos sobre la salud humana, y constata la ausencia de pruebas concluyentes de riesgo para la salud dentro de los límites establecidos por normativas y directrices, como las de la ICNIRP
El Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS), del que el COIT ostenta la Secretaría Técnica, ha presentado su nuevo Informe sobre Radiofrecuencias y Salud 2020 - 2022, en el que se recogen, actualizan y analizan las evidencias científicas sobre la materia en todo el mundo, correspondientes al período comprendido entre enero de 2020 y diciembre de 2022, y que constatan la ausencia de pruebas concluyentes de riesgo para la salud dentro de los límites establecidos por normativas y directrices, como las de la ICNIRP.
En el acto de presentación, celebrado en las instalaciones de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, han participado Javier Lafuente y Alberto Nájera, presidente y director científico respectivamente del CCARS; así como Juan Carlos López, vicedecano del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT) y Matías González, secretario general de Telecomunicaciones y Ordenación de los Servicios de Comunicación Audiovisual, del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública.
En esta edición del informe se ha adoptado un enfoque metodológico diverso a lo largo de los diferentes capítulos, y por primera vez, ha incluido la evaluación de bibliografía mediante una revisión sistemática, siguiendo el protocolo Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses (PRISMA) en los capítulos relativos a estudios de exposición personal y de percepción del riesgo.
En el campo de la exposición personal a CEM-RF y los entornos 5G, el informe destaca la heterogeneidad de metodologías y mediciones, de manera que se han analizado estudios que abarcan desde áreas urbanas hasta hospitales, utilizando herramientas como analizadores de espectro y exposímetros personales.
El informe indica que, pesar de que los niveles de exposición se mantienen por debajo de los límites recomendados y respetando la normativa en cada caso, se evidencia una notable variabilidad en cuanto a metodologías y registros, lo que pone de manifiesto la necesidad de un enfoque más homogéneo para una evaluación más precisa.
En el ámbito de los estudios experimentales in vivo e in vitro, se ha progresado significativamente en la comprensión de los posibles efectos de los CEM-RF, incluyendo aspectos como la carcinogénesis y la genotoxicidad. En este ámbito, los resultados de estos estudios son variados y algunos no concluyentes, indicando que la mayoría no muestra efectos negativos significativos en la salud humana a los niveles de exposición habituales.
Por su parte, los estudios clínicos y epidemiológicos no han reportado cambios significativos en los efectos sobre la salud humana en comparación con informes anteriores; y aunque se han observado variaciones en la incidencia de ciertos tumores (sistema nervoso, tiroides, etc.), hasta el momento no se ha establecido una relación directa con el uso de la telefonía móvil, que podrían deberse a otros factores como la mejora del diagnóstico, el envejecimiento de la población u otros factores ambientales. La hipersensibilidad electromagnética sigue siendo un tema de interés, pero carece de evidencia clara de una relación causal con la exposición a CEM-RF, de manera que no está reconocida como enfermedad por las autoridades sanitarias.
Así las cosas, el informe concluye que las distintas agencias y comités internacionales mantienen que, según el conocimiento actual, no existe un vínculo demostrado entre la exposición a CEM-RF y riesgos significativos para la salud, siempre que se respeten las normativas y recomendaciones de las instituciones con competencia en la materia (OMS, UE, ICNIRP...). No obstante, como en cualquier otro ámbito de la actividad humana, define como “relevante” continuar investigando, especialmente en lo que respecta a tecnologías emergentes y de amplia utilización, como el 5G.
Además, el informe ha examinado la percepción del riesgo asociado a los CEM-RF, destacando la influencia de factores subjetivos y psicológicos, y enfatizando en la necesidad de estrategias de comunicación efectivas y basadas en la evidencia científica, para abordar las preocupaciones del público.
Como conclusión, esta edición del informe del CCARS, que proporciona una visión exhaustiva y actualizada sobre los estudios de CEM-RF y sus posibles efectos sobre la salud humana, resalta la importancia de la investigación continua y rigurosa; al tiempo que a partir de la evaluación del estado de la ciencia y valorando todos los estudios analizados, deduce que no se han identificado efectos adversos significativos sobre la salud humana, aunque enfatiza la necesidad de mantener una monitorización y evaluación constantes de todas las tecnologías de telecomunicaciones móviles, incluido el 5G.
Puedes descargar el Informe completo en el siguiente enlace:
Informe sobre Radiofrecuencias y Salud 2020 - 2022
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