La reciente DANA que ha golpeado la Comunidad Valenciana ha vuelto a evidenciar la importancia crucial de las telecomunicaciones en situaciones de emergencia. Cuando las lluvias torrenciales y las inundaciones causan estragos, es fundamental que las comunicaciones sigan operativas para coordinar los esfuerzos de rescate y transmitir información vital a los ciudadanos.
Según explican en la revista Zona Movilidad, “la DANA afectó especialmente a las instalaciones de transmisión y distribución de las telecomunicaciones, con cortes en los servicios básicos de voz y datos en una región donde, debido a la situación de emergencia, las comunicaciones eran esenciales tanto para los ciudadanos como para los servicios de emergencia”. En estos momentos críticos, las redes de misión crítica, como TETRA y DMR, permiten a los servicios de emergencia operar sin interrupciones, garantizando una respuesta rápida y efectiva.
Las principales compañías de telecomunicaciones activaron de inmediato sus planes de emergencia, desplegando equipos técnicos en las áreas más afectadas. Como señala el medio “se han restablecido 285.000 de las 300.000 líneas móviles inicialmente afectadas, lo que representa un 95% de recuperación”, gracias a medidas como el uso de equipos satelitales, la instalación de estaciones móviles y la recuperación de las líneas de fibra óptica afectadas, además de la verificación del servicio de los usuarios finales.
Sin embargo, “se debe seguir trabajando, investigando e innovando con el fin de encontrar soluciones inmediatas que puedan ser desplegadas en muy cortos periodos de tiempo (horas) después de la situación de emergencia. Estas soluciones de comunicación deben servir no solo a los servicios de emergencia, sino también a todas las personas afectadas con el fin de que puedan ser auxiliadas, organizar evacuaciones, avisar de necesidades de asistencia sanitaria, avisos familiares etc. Las principales tecnologías que se están considerando son las redes de comunicación por satélite, las redes ad-hoc, el uso de redes móviles 5G y 6G en su versión no terrestre y la utilización de redes privadas inalámbricas (como pueden ser las situadas en ayuntamientos). Cada tecnología tiene sus ventajas e inconvenientes, aunque dada su flexibilidad, su capacidad de cobertura, su escalabilidad y fiabilidad las redes ad-hoc y concretamente las FANET (Fly ad hoc Networks) en las que intervienen UAV (drones) son las que parecen presentar una mayor probabilidad de éxito”, según expone José Antonio Portilla, vocal de la Junta de Gobierno del COIT y director de la Cátedra ISDEFE-UAH en TIC e IA.
Además de las soluciones avanzadas, las redes alternativas, como la REMER (Red Nacional de Radio de Emergencia), han demostrado ser indispensables. Durante la crisis, radioaficionados han apoyado en la comunicación, proporcionando una línea de respaldo crucial cuando las infraestructuras convencionales fallaban.
Nuestro reconocimiento desde aquí a esta labor de todos los profesionales y empresas operadoras que han actuado con celeridad en este escenario para lograr cuanto antes la recuperación de la conectividad perdida.
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Apoyo a colegiados
Desde el COIT hemos realizado distintas acciones para dar apoyo y cobertura a nuestro colectivo en estos momentos tan complejos.
Hemos identificado al colectivo afectado a través de mail, redes sociales y llamadas identificando sus necesidades reafirmando nuestro compromiso de estar al servicio de la comunidad y de la profesión.
Además, contamos con un email específico para afectados (afectadosdana@coit.es) y ofrecido un teléfono de entrada para poder registrar todas las incidencias: 91 391 10 66
Como punto de partida hemos habilitado nuestra sede en la ciudad de Valencia para brindar apoyo a nuestros colegiados afectados. Ofrecemos acceso a internet, espacios de trabajo y comunicando el servicio de asesoría legal gratuita.
Se ha abierto con el Banco Sabadell una línea de financiación con un servicio en condiciones preferentes para todos los colegiados afectados.
También estamos recopilando toda la información y ayudas que llegan, filtrando y preparando documentación para aquellos que la necesiten.
Las telecomunicaciones no solo ayudan a gestionar emergencias; también son un símbolo de esperanza y reconstrucción, conectando a las personas y permitiendo que la vida continúe tras el desastre.