El Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) ha terminado 2022 con un largo recorrido en su haber. Cabre resaltar las investigaciones que han realizado enfocadas en los avances de la transformación digital y sus efectos en la sociedad, dos aspectos centrales que se han abordado desde diferentes perspectivas.
Por ejemplo, entre sus análisis se cuentan los beneficios y riesgos del uso de Internet en las redes sociales. Publicado en febrero, el informe recoge que dos de cada tres internautas ven tanto beneficios como riesgos. Las mujeres son más críticas que los hombres en lo que concierne a los efectos de estas tecnologías. “El ciberacoso es el efecto negativo más preocupante, ante el que, según un 59% de la población, los menores de 16 años se exponen en mayor medida”, señalaron los consultados.
Los efectos de la brecha digital de género en los ámbitos educativo y laboral ha sido otra de las temáticas que ha tratado el ONTSI en 2022. Según la entidad, “en la última década se ha reducido la brecha de acceso a Internet entre mujeres y hombres”. Y detallan: “Los cuidados son las actividades online donde las mujeres tienen mayor presencia. El 73% busca información sobre temas de salud frente al 66% de los varones”. En el ámbito educativo, no existen apenas diferencias por sexo en competencias digitales, siendo mayor la distancia en software y en la capacidad de resolución de problemas. Por otra parte, en el ámbito laboral reseñan que solo el 5,7% de las empresas emplea a mujeres especialistas en tecnología y digitalización, sector al que solo se dedica el 1,6% de las trabajadoras.
Asimismo, las consecuencias de la violencia digital no han pasado desapercibidas para la ONTSI. Publicado en abril, el exhaustivo documento afirma que las mujeres sufren en el plano digital continuas agresiones y delitos contra su honor e intimidad, que además son un reflejo de la violencia a la que están sometidas en la vida real. Tal es la realidad, que muchas mujeres se ven obligadas a renunciar a su vida social en redes por dichos ataques. “La violencia digital de género tiene consecuencias psicológicas, económicas y sociales en las mujeres que lo sufren”, sostiene la ONTSI. En este sentido, la delimitación de estos ataques es complicada dado el anonimato de los atacantes y la falta de estadísticas, aunque no imposible.
También han analizado las percepciones que la población española tiene sobre la futura robotización y automatización del empleo. De esta forma, sabemos que el 90% de la población española espera que las mayores innovaciones tecnológicas sean las directamente relacionadas con la automatización del empleo y que nueve de cada diez también confían en que la microelectrónica y los ordenadores se vayan a desarrollar mucho o bastante en los próximos diez años. A pesar de ello, los efectos de la automatización del empleo están rodeados de incertidumbre.
En torno al teletrabajo en España también han realizado varios análisis. El que publicaron en mayo, que pivota en torno al “antes, durante y después de la pandemia”, señalaba que, en marzo de 2020, el 74,5% de las personas adultas en España nunca había trabajado de esta forma. La pandemia aceleró los cambios necesarios para poder hacerlo posible e hizo que el 31,7% de la población comenzase a trabajar a distancia. “Un 83,7% de las personas a las que se les pregunta si quieren teletrabajar cuando no haya restricciones sanitarias, responde que sí. Es el tercer porcentaje más elevado de la UE, por detrás de Finlandia y Suecia”, enfatizaron.