El gobierno prioriza la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA) como uno de los elementos centrales de la Agenda España Digital 2025. La IA es una de las tecnologías con mayor potencial de transformación en todas las áreas de la actividad productiva. En este artículo os hacemos un repaso a las principales claves de la ENIA, así como su encaje con las estrategias europeas en materia de IA.
El objetivo de ENIA es, según el ejecutivo, generar un entorno de confianza respecto al desarrollo de una Inteligencia Artificial (IA) “inclusiva, sostenible y que ponga a la ciudadanía en el centro”.
La puesta en marcha de esta Estrategia movilizará una inversión pública de 600 millones de euros en el período 2021-2023, a los que se añadirá la aportación del fondo Next Tech de naturaleza público-privada, y que persigue impulsar el emprendimiento en tecnologías digitales habilitadoras. Concretamente, en los Presupuestos Generales del Estado para 2021 ya se prevén 330 millones de euros para Inteligencia Artificial y Economía del Dato.
Con esta Estrategia se quiere, en palabras del presidente del Gobierno Pedro Sánchez, “situar a nuestro país en la línea de los líderes en la investigación y el uso de una Inteligencia Artificial confiable al servicio del desarrollo económico y social, al servicio de nuestra modernización económica”.
Economía digital
La mención a la economía no es casual: la IA aportó 1.760 millones de euros al PIB mundial en 2018 y se estima que su contribución superará los 14 billones de euros para el año 2030. Además, esta tecnología es decisiva para para afrontar la transformación digital de las empresas, un gran objetivo estratégico incluido en la Agenda España Digital 2025.
El gobierno está convencido de la capacidad de la IA para transformar el mercado laboral español y generar más empleo, de más calidad, y como un factor clave de crecimiento.
La IA es una tecnología con gran potencial de transformación desde el punto de vista tecnológico, económico, ambiental y social debido a su penetración en un amplio abanico de sectores. Algunos son especialmente sensibles a su desarrollo, como la industria de materiales, el transporte, la sanidad o el sector financiero, entre otros. En todos ellos, la IA ofrece la posibilidad de mejorar la eficiencia de los procesos y la dotación de servicios personalizados a la ciudadanía.
De la ENIA se espera que permita mejorar la preparación del tejido productivo español de cara a impulsar su competitividad en el plano europeo e internacional. El hecho de que España cuente con instalaciones de alto rendimiento computacional para el procesado de cantidades masivas de datos y con reconocidos grupos de I+D+I tanto públicos como privados, deberá facilitar el despliegue de esta estrategia.
Seis ejes estratégicos
La Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial comprende seis ejes estratégicos: la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación; el fomento de las capacidades digitales y el desarrollo del talento nacional y la atracción del internacional; el desarrollo de plataformas de datos e infraestructuras tecnológicas que den soporte a la IA; la integración de la IA en las cadenas de valor; el uso de la IA en la Administración Pública, y el establecimiento de un marco ético y normativo que garantice la protección de los derechos individuales y colectivos.
Cada uno de los seis ejes contiene medidas específicas. En el ámbito económico, cabe destacar la creación de programas de ayudas a empresas para el desarrollo de soluciones en IA y datos en los procesos productivos y las cadenas de valor.
En el ámbito del sector público, se pondrá en marcha un laboratorio de innovación para nuevos servicios y aplicaciones de la IA (GobTechLab) y se incorporará la IA a la Administración Pública para mejorar la eficiencia, impulsando una gestión pública basada en datos.
La educación es un aspecto clave para el futuro de la IA. En este sentido, la ENIA propone disponer de mayor oferta formativa universitaria y en formación profesional.
Asimismo, se creará la Oficina del Dato a nivel nacional. En el aspecto normativo y de protección de derechos, se prevé establecer observatorios para evaluar el impacto social de los algoritmos, y el desarrolló de un sello nacional de calidad en IA y de una Carta de Derechos Digitales
Compromiso europeo
La ENIA está alineada con el Libro blanco sobre Inteligencia Artificial publicado en febrero de 2020. En 2018 los Estados europeos firmaron una Declaración de cooperación sobre Inteligencia Artificial.
Muchos países, por su parte, han adoptado estrategias nacionales en este ámbito. Existen además ambiciosos proyectos en IA financiados por la UE en el ámbito médico, industrial, e incluso cultural.
No hay duda de la que la IA es capaz de generar nuevos y numerosos puestos de trabajo, pero algunos desaparecerán y la mayoría sufrirán transformaciones. Por este motivo, la Comisión insta a los Estados miembros a modernizar sus sistemas de educación y formación y facilitar las transiciones en el mercado laboral apoyándose en el pilar europeo de derechos sociales. Este aspecto es recogido por el ENIA. La Comisión también apoya las asociaciones entre empresas y centros de enseñanza para atraer y mantener en Europa más talento en IA.
En este último punto es importante la formación especializada y la capacitación digital, así como las competencias en los ámbitos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, disciplinas descritas habitualmente con el acrónimo inglés STEM.
Las propuestas del próximo marco financiero plurianual de la UE (2021-2027) incluyen un mayor apoyo a la formación en competencias digitales avanzadas, incluidos conocimientos específicos de IA.
Dimensión ética y cultural
La política europea en el ámbito de la IA incluye aspectos tecnológicos, de seguridad, éticos, legales, educativos, socioeconómicos y de competitividad económica. La ENIA tiene también cuenta la complejidad vinculada a este tema y no olvida, en este sentido, aspectos importantes, como el desarrollo de herramientas, aplicaciones y tecnologías para la proyección de la lengua española en los ámbitos relacionados con la IA.
Asimismo, la ENIA quiere promover el debate a nivel global sobre los valores humanistas vinculados a la IA (Human-centered AI) como base para el desarrollo de un marco ético que permita garantizar los derechos individuales y colectivos en las nuevas realidades tecnológicas.
Uno de los aspectos que el documento también menciona es el potencial de la IA para reducir la brecha de género, la brecha digital y para apoyar la transición ecológica y la vertebración territorial.